LA SEMANA pasada visitaron Tenerife, La Gomera, El
Hierro y La Palma los congresistas de la Asociación Europea de Senderistas,
integrada por organizaciones de senderistas de diferentes países europeos y que
representa a 1.700.000 asociados en toda Europa, lo que supuso la presencia en
las islas de una importante representación del mayor espacio territorial y
social desde Malta hasta los países escandinavos. En el caso de Tenerife, a
través de la Federación Canaria de Montañismo, en colaboración con el Cabildo
insular, aprovechamos la visita de este nutrido grupo para presentarles
numerosos senderos que están recién señalizados y otros que se encuentran en
ese proceso.
De esta visita, cabe destacar el recorrido por tres rutas
enormemente ricas de nuestra geografía insular: de Arenas Negras a Chinyero,
con una posterior comida en la Casa del Patio, en Santiago del Teide; Caldera
de La Orotava-Casa del Agua-Pinolere, con un encuentro en el Museo y el Centro
Cultural de Pinolere, y, por último, Cruz del Carmen-Tegueste, un trayecto que
culminó en la Casa de Los Zamoranos, en dicha localidad, y que se completó, ya
por la tarde, con una visita al casco histórico de La Laguna, tras la cual se
ofreció una conferencia en el instituto Cabrera Pinto, en la que se abordaron
asuntos tan relevantes como el problema de los senderos, su mantenimiento y
mejora, así como la importancia de la gastronomía.
Hemos de destacar el gran interés puesto por un colectivo
amplio de directivos y aficionados al senderismo europeo que valoraron de
manera muy positiva el trabajo realizado hasta ahora en Tenerife, a través de
la recuperación y rehabilitación de senderos y caminos tradicionales de la
Isla, logrando ese objetivo que late en el corazón de todos los senderistas: el
respeto al medio ambiente.
El contacto directo que los congresistas de la Asociación
Europea de Senderistas pudieron tener, en apenas tres días, con nuestra diversa
y rica topografía, en combinación con la variada riqueza gastronómica, se
tradujo en satisfacción y halagos. Todos se marcharon enriquecidos no sólo por
nuestro paisaje y nuestra cultura, sino al haber podido saborear nuestra cocina
tradicional y nuestros vinos.
Es precisamente en este marco, en el que queremos destacar
esa valoración positiva que hizo esta asociación europea, descubriendo no sólo
la naturaleza sino la cultura, el esfuerzo y el trabajo de nuestra gente en un
territorio mayoritariamente desconocido. Resulta importante contar con una
opinión de estas características, pues anualmente, y de forma regular, casi 12
millones de personas en Europa practican senderismo.
Así, estos visitantes pudieron asociar -desde la Casa del
Patio y la ruta del Chinyero a Arenas Negras- la naturaleza y la realidad
social y económica de un territorio frágil pero, a su vez, humanizado como el
nuestro. Por la ruta del Agua, entre los Órganos y Pinolere, en La Orotava,
contemplaron el esfuerzo que hemos realizado en Canarias para alumbrar y
canalizar el agua. Durante las visitas, también se encontraron con un museo
vivo en Pinolere, saborearon las papas bonitas, el mojo y el vino de la tierra
y participaron de un debate riquísimo entre la cultura de la globalización que
nos aleja de lo pequeño, de lo próximo y la cultura del caminar, patear y
encontrarnos con la gente de la tierra, su trabajo y sus vivencias.
Fue, sin lugar a dudas, un encuentro rico que se cerró el
último día con la participación de los muchachos y muchachas de la Escuela
Taller de Tegueste, que hicieron de guías entre la Cruz del Carmen y Tegueste.
La despedida a los congresistas se aderezó con comida de la tierra, costillas,
papas, millo y vino de la localidad. Todos quedaron no sólo sorprendidos y
agradecidos por el atendimiento, sino motivados para volver y crear actitudes
de visitantes de su tierra, de encontrarse con un territorio que les sorprendió
y cautivó.
Algunos de ellos ya habían estado anteriormente en las
Islas, disfrutando del turismo de sol y playa, pero, en esta ocasión, estaban
descubriendo otra isla y otra manera de disfrutar de la naturaleza y de su
gente. Sin duda, esta visita supone una magnífica promoción de nuestra tierra y
la esperanza de que Canarias sea el punto de destino de uno de los mayores
senderos europeos, el E7, que, desde su inicio en el Mar Negro, podría
desembocar en las Islas, después de casi 5.000 kilómetros en línea recta.
Estamos en el camino.
Wladimiro Rodríguez Brito es DOCTOR EN GEOGRAFÍA
EL DIA, 18 de Octubre 2009