Las barreras que condicionan la actividad agraria en la Isla
no están tan solo en factores físicos; el papeleo de todos los días es un freno
que aburre a los maltratados agricultores y ganaderos que aún trabajan la
tierra y mantienen la familia del sector primario.
En las Islas tenemos una maraña de leyes; no solo un
cincuenta por ciento del espacio está protegido, sino que existen competencias
cruzadas entre ayuntamientos, cabildo, gobierno autonómico, Estado, con
categorías incluso comunitarias (ZEPA, LIC, etcétera). Todo ello en un
territorio que supera en muchos casos los quinientos habitantes por kilómetro
cuadrado, tantos como en Bangladesh o en la isla de Java.
Estas líneas están dedicadas a los ganaderos, que hace ocho
o diez años recibieron unas ayudas destinadas a las explotaciones ganaderas
integradas en un producto ganadero de calidad (marchamo de calidad). La mayoría
de los ganaderos que las recibieron mejoraron sus explotaciones, pero algunos
otros que no pudieron realizar las mejoras se dieron de baja. Éstos últimos se
encuentran requeridos por la Administración, que les exige unos recargos
económicos por unas ayudas recibidas que en muchos casos superan solo los
recargos el importe de la ayuda.
Los consejeros de Agricultura de la Comunidad Autónoma en
estos diez años han tenido numerosas reuniones con los ganaderos afectados,
acordando en diversas ocasiones archivar los expedientes dadas las razones y
alegaciones que los ganaderos han presentado justificando dicha situación.
Se da el caso de que la Cooperativa de Benijos cuenta con
más de cien pequeñas explotaciones ganaderas mejoradas mediante estas ayudas.
Estas explotaciones, gestionadas en su mayoría por familias residentes en las
medianías, en muchos casos no serían plenamente legalizables con las leyes
vigentes en el territorio. Sin embargo, que nadie dude de la importancia
fundamental que cumple la Quesería de Benijos; en torno a ella hay treinta y
ocho mil cabras con mas de siete millones de litros de leche al año, superando
anualmente el millón de kilos de queso. Esta quesería es una de las luces que
alumbra en las medianías del norte de Tenerife, dado que cuenta con varios
cientos de puestos de trabajo, generando estabilidad social en un medio
conocido históricamente por su pobreza y abandono.
Las ayudas y la legalización de las instalaciones entran en
contradicción con la soberanía alimentaria y las necesidades sociales que
tenemos en nuestra tierra. Los puestos de trabajo, la estabilidad social, la
problemática alimenticia… han de convivir con un marco de protección ambiental
que todos defendemos y en el que los campesinos no pueden estar al margen de lo
que ocurre con la naturaleza.
Canarias, con una superficie de siete mil kilómetros
cuadrádos, cuenta actualmente con más de dos millones de habitantes y con
diecinueve mil vacas, lo cual hace una densidad de población de doscientos
ochenta habitantes y menos de tres vacas por kilómetro cuadrado. En Holanda, en
una superficie de cuarenta y un mil kilómetros cuadrados son plenamente legales
más de cuatro millones de vacas y quince millones de holandeses; es decir,
aunque la densidad de población es de unos cuatro cientos habitantes por
kilómetro cuadrado, en ese mismo espacio conviven con casi cien vacas; todo
ello sin contar con otros tipos de ganado. Es muy triste pensar que mientras
allí el país entero se enorgullece de ser uno de los mayores productores de
leche del mundo, aquí, en el municipio de El Tanque, después de diez años de
trámites aún no han permitido legalizar la única granja de vacas del municipio.
Aquí peor que la sequía, los barrancos y los malpaíses, son los papeles. Las
papas, las gallinas, los castaños, las cabras, los almendros o las vacas y los
cochinos no forman parte de la fauna y flora protegidas. La Asociación de
Ganaderos de Tenerife (Agate) y la Cooperativa La Candelaria, entre otros,
defienden el archivo de los expediente sancionadores, tal y como en numerosas
ocasiones también defendieron los consejeros de Agricultura en asamblea con los
ganaderos de Tenerife. Es de suma importancia que en los tiempos que corren la
escasa actividad ganadera de nuestra Isla no se vea agredida por nuestras
administraciones, que deben cumplir su labor en defensa y promoción del campo
canario.
Wladimiro Rodríguez Brito es DOCTOR EN GEOGRAFÍA
DIARIO DE AVISOS, 12 de Mayo 2012