domingo, 6 de marzo de 2011

Papas dumping


ESTIMADO lector, acabamos de leer las estadísticas de 2009 publicadas por la Consejería de Agricultura sobre la superficie cultivada en Canarias y debemos hacer un análisis en estos momentos en los que cada día se habla más de la crisis de los alimentos y de los problemas que la misma genera a nivel planetario. Es en este marco en el que la Unión Europea ha reconocido en los últimos días que la producción de azúcar ha descendido de manera importante y que hay que hacer importaciones para la UE y bajar los aranceles de entrada, puesto que una tonelada de azúcar ha pasado de 495 euros en 2009 a 850 euros en enero de este año, es decir, en apenas un año ha duplicado su precio.

Veamos lo que ocurre con las papas en Canarias. Hemos pasado de cultivar más de 15.000 has en la década de los 80, para situarnos en 4.029 has en la actualidad (según los datos de la Consejería de Agricultura para el año 2009). Por ello, querido lector, estas líneas no son sólo de reflexión sino que quieren plantear un giro en la política agraria y económica en Canarias para los próximos años. Las razones son numerosas; no sólo hay una crisis hacia el sector agrario tanto en Canarias como en el resto del mundo, sino que en las Islas se agudiza por el denominado dumping, palabra inglesa que significa, entre otras cosas, que los precios de los productos que importamos en muchos casos son inferiores a los costes en origen o, lo que es lo mismo, a los que le ha pagado al agricultor.
Así, por ejemplo, las papas que se han vendido durante 2010 a cinco euros/25 kilos son, con toda seguridad, inferiores a lo que le han pagado al agricultor en Inglaterra o Egipto, a lo que habría que añadir el coste del transporte y embalaje. Es decir, estamos importando más de la mitad de las papas que consumimos en Canarias y hemos descubierto una nueva variedad, que es la papa dumping, que lucha con las papas bonitas, papas negras o papas chineguas para colarse en nuestros pucheros y costillas y piñas. Nuestros campesinos no pueden trabajar para vender las papas a 20 céntimos -a precio dumping-, cuando un kilo de semillas cuesta alrededor de un euro.
Por otra parte, en Canarias hemos pasado de un 22% de la población activa en el sector primario en 1977 a situarnos en menos del 5% en la actualidad. Esto significa que se ha destruido el sector primario y se ha ido perdiendo una cultura que no sólo tiene un factor económico sino también ambiental por la defensa del paisaje y por la importancia de tener las tierras limpias de matorrales y labradas para la lucha contra los incendios forestales.
En este marco hemos de situar otro de los cultivos más importantes del Archipiélago como es la vid -que aún significa más de 8.000 has- pero a los que están ahogando las importaciones de vinos, ya que de los más de 40 millones de litros que consumimos en Canarias importamos más de 30 millones. Mientras, nuestros campesinos tienen dificultad para vender su cosecha y hace que muchos de ellos estén tirando la toalla.
Por todo ello, la UE y la libre circulación de las mercancías no es la herramienta más adecuada para defender la economía y el equilibrio ambiental en territorios insulares en los que, por razones obvias, los costes de producción y la oportunidad del autoabastecimiento crean serias dificultades ante un comercio que actúa con unas leyes que para nada tienen en cuenta las condiciones sociales y el coste ambiental de las actividades locales.
Sin embargo, tenemos que felicitar a numerosos agricultores que este año han vuelto a labrar tierras balutas desde hace 20 años, sobre todo en el norte de Tenerife, y en particular en el Valle de La Orotava, Icod El Alto y Tierra de Mesas, en San Juan de la Rambla. Habrá que tomar medidas de protección para ellos este próximo verano al objeto que no se vean con las cosechas sin vender ante las importaciones dumping, como ocurrió en el verano de 2010. Tenemos una oportunidad de compromiso con el futuro, con nuestra tierra y nuestros campesinos que no podemos desaprovechar.
Si bien la UE, con la Política Agraria Comunitaria (PAC) ha tomado medidas para importar 400.000 toneladas de azúcar sin aranceles, en el caso canario necesitamos medidas arancelarias para proteger nuestra cosecha ante las importaciones en situación dumping por razones ambientales -limpieza y cultivos de las medianías- y sociales -puestos de trabajo-, que nos permitan recuperar la producción que teníamos antes de ingresar en la UE.

Wladimiro Rodríguez Brito es DOCTOR EN GEOGRAFÍA
EL DIA, 6 de Marzo 2011